Universidad de Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras - Carrera de Edición
Coloquio
Final: novela gráfica Modus Operandi
Teoría
de los medios y de la cultura
Comisión de prácticos: miércoles de 15 a 17 hs. / Fecha: 21/12/2017
Profesora: Ana Longoni / Profesora de prácticos: Gabriela Rubinovich /
Silvia Hernández
Alumno: Alcaraz Matias Alejandro
En este trabajo se analizará el libro Modus Operandi de las autoras Carina Maguregui y Muriel Frega. El mismo nace de una experiencia personal de Carina, a partir de la cual escribe la novela “Doma”, más adelante realiza la obra de teatro “Tumbada blanca en blanco”, entre otras proyecciones (videos, dossier fotográfico, cómics) que culminan en la novela gráfica. Se generó así un proyecto multiplataforma donde cada pieza es independiente de la otra y donde el objetivo es llevar el mensaje a la mayor cantidad de personas.
Ángela, el personaje principal, junto a otros
pacientes que comparten su situación, son atendidos por las manos de médicos
positivistas ocupados en la curación del cuerpo-cosa y por cuyos tratos parecen
olvidar lo trascendente de esos seres humanos, el abuso de poder y la
deshumanización frente a la sensibilidad personal en una situación desesperada.
Para este análisis se tendrá en cuenta principalmente
las teorías de los siguientes autores: Theodor Adorno y Max Horkheimer, Pierre
Bourdieu y Michel Foucault. Veremos como el contenido que abarca la obra
analizada y sus precedentes, así como el proceso que llevaron a cabo las
autoras para publicarla y difundirla no son ajenos sino que se entremezclan por
razones expuestas más adelante.
En primer lugar tomaremos el concepto de campos de
poder teorizado por Pierre Bourdieu que nos permite un acercamiento a las
dificultades que tuvieron las autoras para ver publicada su obra. El campo editorial argentino, dentro de éste el
subcampo de la historieta no es de fácil acceso. Las pocas editoriales con los
recursos para arriesgarse a publicar, que además suelen ser las que cuentan con
mayor difusión, optan por confiar en aquellos autores reconocidos en el medio o
que han publicado antes. Esto sumado a reducir los temas a la ciencia ficción,
fantasía, terror, etc. sin dejar espacio para cuestiones más profundas.
De este modo las instituciones funcionan bajo una
lógica interna específica y construyen las reglas que rigen el comportamiento
de sus agentes (editores, autores, lectores) asegurando la supervivencia del
campo en el tiempo. En el caso de las autoras de “Modus Operandi”, fueron en un
principio expulsadas de este espacio social. La carga de su obra, esa
evidenciada violencia médica y hospitalaria, les cerró muchas puertas bajo los
alegatos de que “jamás publicarían algo tan deprimente” o que “…estaba buena,
que les parecía una apuesta estética y ética importante, pero que no estaban
dispuestos a invertir dinero en eso”, alegatos que evidencian la autonomía relativa
del campo editorial, condicionado a funcionar bajo la influencia del campo
económico.
Otras cuestiones de restricción pasaron directamente
por sus habitus, aquellos principios que las diferencian y a su vez son
diferenciadores. Ser realizadoras mujeres y profesionales en un campo
históricamente sino machista, de predominio del género masculino o ser “autoras
de culto”, reconocidas en círculos alternativos pero no en los grandes medios.
El camino que fueron recorriendo les permitió seguir
acumulando un importante capital simbólico, intangible, pero que les sumo
prestigio en el medio.
Debido a su situación las autoras decidieron
recurrir a la autogestión, como decisión de posicionamiento y estrategia de
subversión. Crearon una editorial “ficticia” Mala Praxis Ediciones y se
propusieron la creación de Modus Operandi libro-objeto. Una versión sintética,
bilingüe, casi de bolsillo realizada artesanalmente, con un equipo de colaboradores.
Las ferias y los eventos como Dibujados o Crack Bang Boom y las diferentes
redes sociales, sirvieron de canales de promoción y venta alternativos en el
campo. Además crearon un blog donde expusieron toda la producción del libro, lo
que permitió darles participación a los lectores que lo preordenaron. El
resultado fue que la primer tirada de 30 ejemplares se agotó en tres meses.
Finalmente en 2017 lograron editar la obra completa
en una edición igual de cuidada y nuevamente manejada por ellas mismas.
Es importante destacar que en el mismo blog de Modus
Operandi, se encuentra la versión completa en PDF de la obra, para su descarga
y lectura de forma gratuita. Esto evidencia lo que Bourdieu denominaba lógica
antieconómica, donde lo que moviliza es comprometer la obra artística con la
función social de difundir su mensaje.
Retomando el análisis desde las ideas de Theodor
Adorno, Max Horkheimer y Walter Benjamin, podemos ubicar a Modus Operandi como
el tipo de obras que no tienen cabida en la industria cultural. En un momento
histórico donde la extendida reproductibilidad técnica asegura la creación
incesante de best-sellers, la obra que se analiza escapa del proceso de
semejanza, homogeneización y estandarización. No se trata de una mercancía que
sólo busca la entretención y mantener a las masas como consumidores de
productos prefabricados en serie. Justamente los múltiples rechazos que
sufrieron las autoras se debieron a escapar de caer en los estereotipos y
clichés que les hubieran resultado económicamente redituables, pero que
hubieran ubicado su arte como un engranaje más en la maquinaria del capitalismo.
Un tema como el del encarnizamiento terapéutico que
moviliza y conmueve al mismo tiempo que abre el debate a temas como la
eutanasia y la muerte digna no entra en la maquinaria de la industria cultural,
por el contrario se plantea como un riesgo inútil y hasta peligroso, aquello
que pueda provocar un esfuerzo intelectual en el espectador, debe ser evitado y
descartado. La tragedia solo entra en la industria cultural como parte de una
rutina educadora, debe ser mostrada como tolerable, hasta el punto donde al
final de la obra llegará la recompensa y el conflicto se resolverá
positivamente.
Modus Operandi se plantea como la antítesis a los
productos vaciados de sentido y de consumo rápido en distracción. Aquellos cuyo
fin es perpetuar la ideología del capitalismo para manejar a los consumidores:
producir, guiar y adoctrinar sus necesidades, la industria cultural con su más
fuerte aliado la publicidad. Nuevamente el compromiso que tiene la obra de
Maguregui y Frega, opone resistencia a la industria cultural desde su mensaje y
proceso.
En la contratapa de Modus Operandi puede leerse: “El
cuerpo humano es el lento resultado de acciones artificiales y represivas que
incesantemente le imponen las tecnologías del poder. Para estas tecnologías
incluso las funciones vitales, la sexualidad, la enfermedad y la muerte son
factibles de ser sometidas a manipulaciones médicas, económicas y políticas, es
decir, a unos procesos de control.”
Este fragmento de Michel Foucault abre el análisis a las tecnologías dirigidas a los cuerpos para hacerlos dóciles y útiles, es decir la anatomopolítica y aquellas tecnologías de poder que actúan sobre la población: la biopolítica. Ambas evidenciadas en la novela gráfica y sus precedentes.
Este fragmento de Michel Foucault abre el análisis a las tecnologías dirigidas a los cuerpos para hacerlos dóciles y útiles, es decir la anatomopolítica y aquellas tecnologías de poder que actúan sobre la población: la biopolítica. Ambas evidenciadas en la novela gráfica y sus precedentes.
Ángela se encuentra recluida en un hospital. La
institución gris, metálica, aséptica, impersonal, un paisaje hostil, que se
constituye en un panóptico, lugar de encierro y vigilancia constante, donde su
cuerpo es moldeado. La cercanía entre las camas, las luces artificiales, el
lenguaje técnico de médicos que olvidan que se encuentra allí y realizan
prácticas sin escucharla, refuerzan las posiciones de poder vigilante-vigilado,
que se repiten con todos los pacientes.
Los tratamientos invasivos, los procedimientos médicos
y quirúrgicos, constituyen técnicas cada vez más específicas y racionales (económicamente)
de la biopolítica, aplicadas por un estado que se alza como regidor absoluto de
la vida y la muerte.
Ángela se encuentra debilitada física y
anímicamente. Muchas veces la deshumanización se evidencia en el trato de los
médicos, el dolor físico es minimizado como algo pasajero, o incluso cuestiones
que remiten al campo médico (posicionamientos, éticas cuestionables,
competencia entre colegas, preferencia de atención a pacientes “vip”) empeoran
la situación o dejan a los pacientes aún más confundidos.
El sufrimiento es de tal magnitud que algunos
pacientes se sienten al nivel de vacas en el matadero o de objetos de
experimentación de algún poder superior.
Foucault plantea que siempre que un poder atraviesa
a los sujetos, se ejercen también resistencias al mismo. Los personajes en la
historia oponen sus fantasías oníricas, buscan aferrarse a lo que les queda de
cuerpo, a su historia, sus recuerdos y a seguir reconociéndose como un “yo”
libre.
Uno de los pacientes recurre a la masturbación, la sexualidad explícita, el pene del sujeto “permite alcanzar una brecha del techo desde donde escapar”; la rebeldía del propio cuerpo es sometida al control disciplinario cuando es atado a la camilla, los médicos evitan a toda costa comportamientos de degeneración.
Otro caso es el de la señora que reclama la fotografía de su luna de miel, las pertenencias son retenidas por la administración del hospital, de dudosa seguridad. Estos recuerdos son aquellos que aún los unen al mundo exterior. Un simple retrato puede movilizar a no rendirse, conserva el valor cultual del recuerdo, la belleza, la melancolía que expuso Benjamin y que encuentra un “equivalente” en las matrices de representación de los desaparecidos de la dictadura cívico-militar ocurrida entre 1976 y 1983.
Uno de los pacientes recurre a la masturbación, la sexualidad explícita, el pene del sujeto “permite alcanzar una brecha del techo desde donde escapar”; la rebeldía del propio cuerpo es sometida al control disciplinario cuando es atado a la camilla, los médicos evitan a toda costa comportamientos de degeneración.
Otro caso es el de la señora que reclama la fotografía de su luna de miel, las pertenencias son retenidas por la administración del hospital, de dudosa seguridad. Estos recuerdos son aquellos que aún los unen al mundo exterior. Un simple retrato puede movilizar a no rendirse, conserva el valor cultual del recuerdo, la belleza, la melancolía que expuso Benjamin y que encuentra un “equivalente” en las matrices de representación de los desaparecidos de la dictadura cívico-militar ocurrida entre 1976 y 1983.
Cercano al final de la historia la protagonista
comprende que no tiene derecho ni siquiera a la muerte. La frase “Hacer morir y
dejar vivir” de Michel Foucault se ilustra cuando el mismo poder que se aplica
para potenciar su la vida, es utilizado para disponer cuando y en qué
condiciones se producirá su muerte. La liberación que tanto anhela llegará solo
cuando el soberano lo disponga. Ángela ya no se reconoce, es una inmigrante en
su propio cuerpo, su historia son aquellas partes que le fueron retiradas
enumeradas en un informe y su cuerpo se constituye como una gabinete de
curiosidades a disposición del cuerpo médico.
Bibliografía
Ø Benjamin, Walter, “La obra de arte en la época de su
reproductibilidad técnica”, en: Discursos interrumpidos I, Buenos Aires,
Taurus, 1989.
Ø Adorno, Theodor y Max Horkheimer, La industria
cultural, Buenos Aires, El cuenco de plata, 2013.
Ø Bourdieu, Pierre, “La conquista de la autonomía”
(fragmento) en Las reglas del arte, Barcelona, Anagrama, 1995, pp. 79-133.
Ø Bourdieu, Pierre, “Campo intelectual y proyecto
creador”, en Campo de poder, campo intelectual, Buenos Aires, Montressor, 2002.
Ø Bourdieu, Pierre y Wacquant, Loïc J. D., “La lógica
de los campos”, en: Respuestas por una antropología reflexiva, México,
Grijalbo, 1995, pp. 63- 78.
Ø Foucault, Michel “Del poder de la soberanía al poder
sobre la vida” en Genealogía del racismo, La Plata, Caronte, 1981, p.193-214.
Ø Deleuze, Gilles, "Poscriptum sobre las
sociedades de control", en: Conversaciones, Pretextos, Valencia, 1999.
Ø Calveiro, Pilar, “Poder y represión”, “Resistencia y
fuga” y “Campo de concentración y sociedad”, en: Poder y desaparición, Buenos
Aires, Colihue, 1998 (pp. 23-28, 113-127 y 159-168).
Bibliografía
referida a Modus Operandi
Ø Carina,
Maguregui y Muriel, Frega, “Modus Operandi”, Buenos Aires, Mala Praxis
Ediciones, 2017.
Ø Moira,
Soto, “Prefiero ser impaciente” en https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-3777-2007-12-14.html
acceso 20/12/17
Ø Carina,
Maguregui, “Un libro-objeto a prueba de bisturíes. Cómo hicimos Modus Operandi”
en http://revistareplicante.com/un-libro-objeto-a-prueba-de-bisturies/
acceso 20/12/17
Ø Andres,
Valenzuela, “Viñetas de la relación médico-paciente” en https://www.pagina12.com.ar/35905-vinetas-de-la-relacion-medico-paciente
acceso
20/12/17
Ø Canal
Carina Maguregui, "Modus Operandi" [Libro de artista]. Trailer de su
gestación / producción en https://youtu.be/XTd6-IJtJDY
acceso 20/12/17
Ø Carina,
Maguregui, “Doma”, Córdoba, Alcion Editora, 2004.
Ø Carina,
Maguregui, “Tumbada blanca en blanco”, Buenos Aires, Edición
del Autor, 2007.
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